En muchas ocasiones, los pacientes comienzan un tratamiento de fisioterapia motivados por el dolor agudo o una molestia que interfiere en su vida diaria. Sin embargo, un error frecuente es suspender el tratamiento apenas el dolor desaparece. Es fundamental entender que el alivio del dolor es solo una etapa dentro de un proceso terapéutico más amplio.
La fisioterapia no se enfoca únicamente en calmar el síntoma, sino en tratar las causas profundas del problema: desequilibrios musculares, alteraciones posturales, debilidad, rigidez articular, entre otros. Si interrumpimos el proceso prematuramente, es muy probable que ese dolor regrese con el tiempo o incluso que aparezcan nuevas lesiones como consecuencia de no haber corregido la raíz del problema.
🔁 Dolor al principio, bienestar al final: la llamada “crisis curativa”
Otro motivo por el cual muchos abandonan la fisioterapia antes de tiempo es la aparición de lo que se conoce como crisis curativa. Se trata de una reacción del cuerpo que puede surgir tras las primeras sesiones, donde el paciente puede experimentar más molestias, sensación de pesadez, cansancio, o incluso un aumento momentáneo del dolor.
Aunque parezca contradictorio, esta respuesta es completamente normal y, de hecho, es una señal de que el cuerpo está reaccionando a los estímulos terapéuticos. El tejido se está adaptando, se está movilizando lo que estaba bloqueado, y eso puede generar cierta incomodidad temporal. Lejos de ser una señal de que “algo va mal”, suele indicar que el tratamiento está haciendo efecto.
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🧘♂️ La constancia es clave
Como en cualquier proceso de recuperación o cambio físico, la constancia es el verdadero motor de los resultados duraderos. Cada sesión de fisioterapia suma en el proceso de restauración del equilibrio corporal, mejora de la movilidad y fortalecimiento de las zonas debilitadas. Terminar el tratamiento según lo indicado por el profesional no solo ayuda a evitar recaídas, sino que también mejora tu calidad de vida a largo plazo.
🎯 Confía en tu fisioterapeuta
Tu fisioterapeuta no solo evalúa tus síntomas actuales, sino también tu estado funcional, biomecánico y tus antecedentes. El alta se da cuando considera que tu cuerpo ha alcanzado una condición óptima para retomar la actividad cotidiana o deportiva sin riesgo. Terminar el tratamiento bajo su guía asegura que tu recuperación sea real, completa y sostenible.
Si aún no comenzaste tratamiento y llevas tiempo con molestias, es el momento de actuar.
¡Estoy para acompañarte en el proceso, no solo cuando duele, sino hasta que estés bien!
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Tu bienestar empieza con una decisión.