Descubre qué es la terapia visceral, cómo funciona, en qué casos está indicada y cómo puede ayudarte a aliviar dolores de espalda, cuello o problemas digestivos.
¿Qué es la terapia visceral?
La terapia visceral es una técnica manual de fisioterapia que trabaja sobre la movilidad y función de los órganos internos. Nuestros órganos están conectados entre sí y con el sistema musculoesquelético a través de ligamentos, fascias y diafragmas.
Cuando estas estructuras pierden movilidad (ya sea por estrés, cicatrices, inflamaciones o posturas mantenidas) pueden reflejarse en dolores de espalda, cuello, hombros o incluso problemas digestivos.
¿Para qué sirve la terapia visceral?
La terapia visceral busca devolver el movimiento natural a las vísceras y mejorar su relación con músculos y articulaciones. Sus beneficios incluyen:
-
Reducción de dolores lumbares, dorsales y cervicales.
-
Mejora de la postura y de la respiración.
-
Disminución de molestias digestivas funcionales (estreñimiento, reflujo, sensación de pesadez).
-
Favorecer la recuperación tras cirugías abdominales o cesáreas.
-
Prevención de recaídas en lesiones musculoesqueléticas.
¿Cuándo está indicada la terapia visceral?
Es recomendable acudir a terapia visceral si presentas:
-
Dolores recurrentes de espalda o cuello que no responden al tratamiento habitual.
-
Limitaciones de movilidad sin causa clara.
-
Antecedentes de cirugías abdominales o cesáreas.
-
Molestias digestivas que se acompañan de dolor musculoesquelético.
-
Rigidez torácica o sensación de falta de aire vinculada al diafragma.
¿Quién debería acudir a una valoración?
-
Personas con dolores musculoesqueléticos crónicos o recurrentes.
-
Deportistas con sobrecargas o lesiones repetitivas.
-
Mujeres en postparto, especialmente tras cesáreas.
-
Pacientes con cicatrices abdominales o torácicas.
-
Personas con problemas digestivos funcionales que afectan su calidad de vida.
Ejemplos de casos donde la terapia visceral ayuda
-
Dolor lumbar crónico: a menudo relacionado con restricciones en colon, riñones o útero.
-
Dolor cervical persistente: puede estar asociado a tensiones en hígado, estómago o diafragma.
-
Limitación en el hombro: adherencias de vesícula o estómago pueden generar tirantez torácica.
-
Reflujo y dolor dorsal: la movilidad del estómago influye directamente en el diafragma y la columna.
La terapia visceral es una herramienta poderosa y poco conocida que complementa el tratamiento fisioterapéutico clásico. Al abordar las causas internas de muchos dolores musculoesqueléticos, puede acelerar la recuperación, prevenir recaídas y mejorar la calidad de vida.
Da el primer paso hacia tu bienestar
✅ ¿Tu dolor de espalda no mejora con los tratamientos habituales?
✅ ¿Sufres molestias digestivas que afectan tu día a día?
✅ ¿Quieres una valoración especializada?
📅 Agenda tu cita aquí de valoración en fisioterapia visceral y descubre cómo puedo ayudarte a recuperar tu movilidad y bienestar.