Un buen plan de rehabilitación fisioterapéutica debe contener sí o sí un plan de ejercicio terapéutico. Hoy la fisioterapia moderna, no concibe que el paciente sea un personaje que se lo pase en la camilla de forma pasiva y se vaya de la consulta sin un plan de ejercicios. Es un trabajo en equipo donde los conocimientos y las manos del profesional adicionadas a la educación y el compromiso por parte del paciente son la fórmula perfecta para conseguir el éxito del tratamiento.
Y sí, la terapia manual, la aplicación de técnicas específicas, como la punción seca, electroestimulación y otros métodos que se utilizan, siguen siendo 100% trabajo del fisioterapeuta y es verdad que una parte de nuestro trabajo sigue siendo en camilla. Sin embargo, se hace necesario el empoderamiento del paciente en su rehabilitación a través de ejercicios y educación.
Todos quienes asisten a una consulta de fisioterapia deberían irse con una mini pauta de ejercicio a pesar que se aconseje el reposo. No podemos ser tan egoístas y dejar de movernos porque uno de nuestros segmentos no está operativo. «¡Qué culpa tiene el tren superior del esguince de tobillo derecho! ¡Qué culpa tiene la extremidad izquierda o inclusive, la rodilla y cadera derecha, en este mismo caso!». Además, la última evidencia demuestra la eficacia de las cargas óptimas en la recuperación de los tejidos (estas son solo algunas):
- Recuperación con mayor potencial de remodelación de los mismos.
- Vuelta a la actividad física en menor tiempo.
- Mayor potencial de recuperación por parte del organismo y mejor estado físico luego de la lesión.
- Mejor estado de ánimo.
La fisioterapia que se centra en tener a la persona en la camilla sin darle el poder de recuperación a través de ejercicio terapéutico, con el único fin de quitar el dolor de forma momentánea, está OBSOLETA. Un buen fisioterapeuta buscará educarte en tu rehabilitación y hacerte partícipe.